¿Es Bélgica un Estado de Derecho? ¡No!
Por Serge N. Fosso
Buenos días. Envío este mensaje desde Mons, en Bélgica. Llegué aquí ayer, 26> de abril de 2008 pocos minutos después de haber sido expulsado violentamente> del vuelo SN Bruselas Air Lines con destino a Kinshassa, vía Douala y> encerrado en un calabozo en el aeropuerto de Bruselas desde las 11 a las 22> h., sin comer, ni beber y sin poder ponerme en contacto con mi familia.> > Resumen:> Estamos a 26.04.2008 y salgo de vacaciones hacia Camerún. Voy a Clichy, en> taxi, a las 5,30h. hacia el Charles Degaulle 1. Saldré de París hacia> Bruselas a las 7,40h. en vuelo de SN Bruselles Air Lines y debo tomar una> conexión hacia Douala a las 10,40h. en el aeropuerto de Bruselas.> > Soy bien recibido por las azafatas a mi entrada al avión, entre las 10 y las> 10,45, busco mi asiento, el nº 41H que se encuentra hacia el fondo del> avión. Cuando llego, hay al fondo del aparato, en la última fila, unos> hombres vestidos de gris y que tratan de controlar a un hombre negro que se> debate y grita: 'Socorro, déjenme no quiero marcharme'. Los hombre de gris> tratan de impedir que hable tapándole la boca. El joven se revuelve y> continúa gritando con los cuatro colosos de gris sobre él. Otros policías de> civil han establecido un perímetro de seguridad y nadie puede ir hacia el> lugar donde se desarrolla el drama que presenciamos.> > Me doy cuenta de que se trata de una expulsión. El hombre al que se expulsa> sigue sometido y asfixiado y da gritos que ya no se entienden bien. Recuerdo> entonces el caso de Semira Adamu, la joven nigeriana que murió en septiembre> de 1998, hace ya 10 años, durante una expulsión similar a ésta en un avión> de Sabena.> > ¿Qué debo hacer?¿quedarme sin decir nada como los demás o actuar?> > Como militante de los derechos humanos y de los extranjeros, me levanto y> protesto ante la azafata más cercana a mi, diciéndole, con firmeza y en voz> alta, que estamos en un vuelo comercial y que no quiero viajar en estas> condiciones. Otros pasajeros que hasta ahora no habían dicho nada, se> levantan y protestan también. Y filmamos la escena con nuestras cámaras> fotográficas. Ante esta protesta general, los hombres de gris abandonan el> avión con su pasajero. Unos minutos más tarde suben al avión unos policías y> los policías de civil señalan a tres personas, entre ellas a mi. Los> policías nos piden que bajemos del avión y cuando pregunto por qué se lanzan> sobre mi, me esposan y me golpean, estoy sangrando, me arrastran por el> pasillo del avión y después por la escalera hasta lanzarme dentro de un> furgón de policía, sin mis dos maletas que están en la bodega del avión y> sin mi maletín de mano. Tengo algunos golpes en el rostro y las manos> heridas por las esposas. Dentro del furgón me doy cuenta de que uno de los> policías tiene mi cámara fotográfica y está mirando las tomas de la escena> del avión. Empieza para mi una larga y dura jornada bajo los insultos y los> malos tratos de los policías que me llevan a un calabozo del aeropuerto de> Bruselas.> > A las 13,35 la policía nos libera. En ese momento somos dos, otro camerunés> que estaba en el grupo de los tres expulsados y yo. No volví a ver al> tercero, un hombre blanco. En el momento de nuestra liberación, la policía> nos informa que durante los seis próximos meses no viajaremos más en la> compañía SN Bruxelles Air Line. Cuando preguntamos cómo hacer para ir a> Camerún, se nos dice que preguntemos a la compañía. Allí nos dirigimos mi> compañero de infortunio y yo. Preguntamos por un responsable de la compañía> y nos indican que el responsable de seguridad de la compañía llegará> enseguida. Esperamos. Yo pienso en mi hija pequeña que me espera en Douala> con impaciencia y entusiasmo y que va a sufrir una gran decepción cuando no> me vea. Estoy enfadado, muy enfadado.> > Llega la responsable de seguridad de la compañía y nos informa de que los> dos hemos sido fichados en la lista negra (no blanca) de la compañía y que> no podremos viajar con ella durante los próximos seis meses. Le pregunto que> cómo haremos para llegar a Douala. Me responde que es asunto nuestro y que> la compañía no nos devolverá el dinero del pasaje. Después de esto monto en> cólera y subo el tono de voz y le digo a esta señora que no tengo ningún> problema en no volver a viajar nunca con la compañía SN Bruxelles Air Line> pero que quiero volver a París y, sobre todo, que me devuelvan mi dinero> porque la compañía no ha cumplido con su contrato. Mi tono se eleva, pero> con cortesía.> > La gente nos mira. La mujer llama a la policía y me vuelven a llevar al> calabozo, esta vez sólo. Allí permaneceré hasta las 22h., sin comer, ni> beber, ni contactar a mi familia. Finalmente mi sobrino que vive en Mons es> contactado y llega entre las 21 y las 22h. Los policías me informan de su> presencia y me indican que soy libre de ir con ellos. Les digo que no> comprendo por qué he sido encerrado durante todo el día en aquellas> condiciones y que no quiero marcharme sin una solución a mi problema: viajar> a Douala o regresar a París y que se me devuelva mi dinero. Explicaciones de> unos y otros. Los policías quieren que yo abandone el calabozo y yo me quedo> lo que, evidentemente, no les gusta. Al fin deciden sacarme por la fuerza,> devolviéndome mis cosas que yo me niego a recoger. Uno de ellos me amenaza,> me coge por el cuello, me empuja hacia la oficina y me tira mis cosas a la> cara. Yo me voy sin recogerlas. Mi sobrino y su esposa se reúnen conmigo.> Estoy cada vez más enfadado por lo que está sucediendo. Les pido que se> vayan a casa pero, evidentemente, se niegan. La esposa de mi sobrino habla> con uno de los policías quien le entrega mis cosas y le informa sobre las> gestiones que debo hacer. Ella vuelve con mis cosas pero me faltan las gafas> de sol, Ray Ban, además de las escenas filmadas en el avión que han sido> borradas de mi cámara seguramente por los policías que me detuvieron. Han> destruido las pruebas pero, afortunadamente, otros viajeros filmaron la> escena.> > Sigo estando muy, muy enfadado, pienso en mi hijita por quien tomé> excepcionalmente estas vacaciones, y estoy enfadado porque los últimos días> fueron duros desde el punto de vista profesional, física y moralmente. Estoy> muy enfadado porque generalmente soy una persona tranquila, educada y sobre> todo no violenta. Pero todo este día he sido tratado con desprecio y> violencia sólo porque en un momento dado he sido la voz de un desgraciado> que no tenía voz, porque, al protestar en el avión, trataba de ayudar a un> ser humano que estaba siendo maltratado y que pedía ayuda. Estoy muy> enfadado porque estoy cansado y quería tomar unas semanas de vacaciones y> pasar un poco de tiempo con mi hija. Y no se cuando ni como iré a Camerún.> En el momento en que escribo, no se dónde están mis maletas.> > Mi sobrino y su esposa me convencieron con paciencia para que me fuera a su> casa en Mons. Pedimos un atestado en el que se indicara que estuve encerrado> entre las 11 y las 22h. Y el policía tuvo la amabilidad de darme uno en> neerlandés.> > Llegamos a Mons poco después de la medianoche. Me dolía todo, la cara, los> brazos los dedos, la espalda y tenía mucha hambre, pero comí sin apetito y> me fui a la cama. Esta mañana estoy un poco más tranquilo. Todavía me duelen> los dedos, los brazos y la cara. Quiero ir a Bruxelas para que se me diga> oficialmente que estoy en la lista NEGRA de la compañía, que no viajaré> nunca más con esta compañía y que no van a devolverme mi dinero. Espero> encontrar mis maletas en el mismo estado en que se las confié a la compañía.> Va a empezar otra dura jornada ¿cómo terminará? Por ahora no se. Lo único> que se es que no será fácil porque no pienso dejar pasar esta historia sin> hacer nada.> Voy a hacer un llamamiento a testigos y emprender una demanda contra SN> Bruxelles Air Lines. Ya veremos..> > Por favor, difundir este mensaje todo lo posible y hasta pronto.> > Mi lucha continúa.> >
Serge N. FOSSO> sfosss_2000@yahoo.com 00 33 6 26710385> > Texto traducido por Remedios Gacía para Investig'Action> >
P.S: Cinco días más tarde, el 1 de mayo de 2008, aprendíamos con tristeza> que el camerunés de 32 años que habían tratado de expulsar, Ebenizer> Folefack Sontsa, se había ahorcado en los servicios del centro penitenciario> de Merksplas, en Flandres. El Sr. Alexis Deswaef, abogado del Sr. Sontsa,> acusa a las autoridades de ser las responsables de la muerte del joven> africano.
Por Serge N. Fosso
Buenos días. Envío este mensaje desde Mons, en Bélgica. Llegué aquí ayer, 26> de abril de 2008 pocos minutos después de haber sido expulsado violentamente> del vuelo SN Bruselas Air Lines con destino a Kinshassa, vía Douala y> encerrado en un calabozo en el aeropuerto de Bruselas desde las 11 a las 22> h., sin comer, ni beber y sin poder ponerme en contacto con mi familia.> > Resumen:> Estamos a 26.04.2008 y salgo de vacaciones hacia Camerún. Voy a Clichy, en> taxi, a las 5,30h. hacia el Charles Degaulle 1. Saldré de París hacia> Bruselas a las 7,40h. en vuelo de SN Bruselles Air Lines y debo tomar una> conexión hacia Douala a las 10,40h. en el aeropuerto de Bruselas.> > Soy bien recibido por las azafatas a mi entrada al avión, entre las 10 y las> 10,45, busco mi asiento, el nº 41H que se encuentra hacia el fondo del> avión. Cuando llego, hay al fondo del aparato, en la última fila, unos> hombres vestidos de gris y que tratan de controlar a un hombre negro que se> debate y grita: 'Socorro, déjenme no quiero marcharme'. Los hombre de gris> tratan de impedir que hable tapándole la boca. El joven se revuelve y> continúa gritando con los cuatro colosos de gris sobre él. Otros policías de> civil han establecido un perímetro de seguridad y nadie puede ir hacia el> lugar donde se desarrolla el drama que presenciamos.> > Me doy cuenta de que se trata de una expulsión. El hombre al que se expulsa> sigue sometido y asfixiado y da gritos que ya no se entienden bien. Recuerdo> entonces el caso de Semira Adamu, la joven nigeriana que murió en septiembre> de 1998, hace ya 10 años, durante una expulsión similar a ésta en un avión> de Sabena.> > ¿Qué debo hacer?¿quedarme sin decir nada como los demás o actuar?> > Como militante de los derechos humanos y de los extranjeros, me levanto y> protesto ante la azafata más cercana a mi, diciéndole, con firmeza y en voz> alta, que estamos en un vuelo comercial y que no quiero viajar en estas> condiciones. Otros pasajeros que hasta ahora no habían dicho nada, se> levantan y protestan también. Y filmamos la escena con nuestras cámaras> fotográficas. Ante esta protesta general, los hombres de gris abandonan el> avión con su pasajero. Unos minutos más tarde suben al avión unos policías y> los policías de civil señalan a tres personas, entre ellas a mi. Los> policías nos piden que bajemos del avión y cuando pregunto por qué se lanzan> sobre mi, me esposan y me golpean, estoy sangrando, me arrastran por el> pasillo del avión y después por la escalera hasta lanzarme dentro de un> furgón de policía, sin mis dos maletas que están en la bodega del avión y> sin mi maletín de mano. Tengo algunos golpes en el rostro y las manos> heridas por las esposas. Dentro del furgón me doy cuenta de que uno de los> policías tiene mi cámara fotográfica y está mirando las tomas de la escena> del avión. Empieza para mi una larga y dura jornada bajo los insultos y los> malos tratos de los policías que me llevan a un calabozo del aeropuerto de> Bruselas.> > A las 13,35 la policía nos libera. En ese momento somos dos, otro camerunés> que estaba en el grupo de los tres expulsados y yo. No volví a ver al> tercero, un hombre blanco. En el momento de nuestra liberación, la policía> nos informa que durante los seis próximos meses no viajaremos más en la> compañía SN Bruxelles Air Line. Cuando preguntamos cómo hacer para ir a> Camerún, se nos dice que preguntemos a la compañía. Allí nos dirigimos mi> compañero de infortunio y yo. Preguntamos por un responsable de la compañía> y nos indican que el responsable de seguridad de la compañía llegará> enseguida. Esperamos. Yo pienso en mi hija pequeña que me espera en Douala> con impaciencia y entusiasmo y que va a sufrir una gran decepción cuando no> me vea. Estoy enfadado, muy enfadado.> > Llega la responsable de seguridad de la compañía y nos informa de que los> dos hemos sido fichados en la lista negra (no blanca) de la compañía y que> no podremos viajar con ella durante los próximos seis meses. Le pregunto que> cómo haremos para llegar a Douala. Me responde que es asunto nuestro y que> la compañía no nos devolverá el dinero del pasaje. Después de esto monto en> cólera y subo el tono de voz y le digo a esta señora que no tengo ningún> problema en no volver a viajar nunca con la compañía SN Bruxelles Air Line> pero que quiero volver a París y, sobre todo, que me devuelvan mi dinero> porque la compañía no ha cumplido con su contrato. Mi tono se eleva, pero> con cortesía.> > La gente nos mira. La mujer llama a la policía y me vuelven a llevar al> calabozo, esta vez sólo. Allí permaneceré hasta las 22h., sin comer, ni> beber, ni contactar a mi familia. Finalmente mi sobrino que vive en Mons es> contactado y llega entre las 21 y las 22h. Los policías me informan de su> presencia y me indican que soy libre de ir con ellos. Les digo que no> comprendo por qué he sido encerrado durante todo el día en aquellas> condiciones y que no quiero marcharme sin una solución a mi problema: viajar> a Douala o regresar a París y que se me devuelva mi dinero. Explicaciones de> unos y otros. Los policías quieren que yo abandone el calabozo y yo me quedo> lo que, evidentemente, no les gusta. Al fin deciden sacarme por la fuerza,> devolviéndome mis cosas que yo me niego a recoger. Uno de ellos me amenaza,> me coge por el cuello, me empuja hacia la oficina y me tira mis cosas a la> cara. Yo me voy sin recogerlas. Mi sobrino y su esposa se reúnen conmigo.> Estoy cada vez más enfadado por lo que está sucediendo. Les pido que se> vayan a casa pero, evidentemente, se niegan. La esposa de mi sobrino habla> con uno de los policías quien le entrega mis cosas y le informa sobre las> gestiones que debo hacer. Ella vuelve con mis cosas pero me faltan las gafas> de sol, Ray Ban, además de las escenas filmadas en el avión que han sido> borradas de mi cámara seguramente por los policías que me detuvieron. Han> destruido las pruebas pero, afortunadamente, otros viajeros filmaron la> escena.> > Sigo estando muy, muy enfadado, pienso en mi hijita por quien tomé> excepcionalmente estas vacaciones, y estoy enfadado porque los últimos días> fueron duros desde el punto de vista profesional, física y moralmente. Estoy> muy enfadado porque generalmente soy una persona tranquila, educada y sobre> todo no violenta. Pero todo este día he sido tratado con desprecio y> violencia sólo porque en un momento dado he sido la voz de un desgraciado> que no tenía voz, porque, al protestar en el avión, trataba de ayudar a un> ser humano que estaba siendo maltratado y que pedía ayuda. Estoy muy> enfadado porque estoy cansado y quería tomar unas semanas de vacaciones y> pasar un poco de tiempo con mi hija. Y no se cuando ni como iré a Camerún.> En el momento en que escribo, no se dónde están mis maletas.> > Mi sobrino y su esposa me convencieron con paciencia para que me fuera a su> casa en Mons. Pedimos un atestado en el que se indicara que estuve encerrado> entre las 11 y las 22h. Y el policía tuvo la amabilidad de darme uno en> neerlandés.> > Llegamos a Mons poco después de la medianoche. Me dolía todo, la cara, los> brazos los dedos, la espalda y tenía mucha hambre, pero comí sin apetito y> me fui a la cama. Esta mañana estoy un poco más tranquilo. Todavía me duelen> los dedos, los brazos y la cara. Quiero ir a Bruxelas para que se me diga> oficialmente que estoy en la lista NEGRA de la compañía, que no viajaré> nunca más con esta compañía y que no van a devolverme mi dinero. Espero> encontrar mis maletas en el mismo estado en que se las confié a la compañía.> Va a empezar otra dura jornada ¿cómo terminará? Por ahora no se. Lo único> que se es que no será fácil porque no pienso dejar pasar esta historia sin> hacer nada.> Voy a hacer un llamamiento a testigos y emprender una demanda contra SN> Bruxelles Air Lines. Ya veremos..> > Por favor, difundir este mensaje todo lo posible y hasta pronto.> > Mi lucha continúa.> >
Serge N. FOSSO> sfosss_2000@yahoo.com 00 33 6 26710385> > Texto traducido por Remedios Gacía para Investig'Action> >
P.S: Cinco días más tarde, el 1 de mayo de 2008, aprendíamos con tristeza> que el camerunés de 32 años que habían tratado de expulsar, Ebenizer> Folefack Sontsa, se había ahorcado en los servicios del centro penitenciario> de Merksplas, en Flandres. El Sr. Alexis Deswaef, abogado del Sr. Sontsa,> acusa a las autoridades de ser las responsables de la muerte del joven> africano.
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