Como ya sabemos, la UE muchas veces pasa por alto los derechos de las personas extranjeras no comunitarias a la hora de elucubrar sobre la política en materia de inmigración, y aunque muchas organizaciones ya lo han denunciado, los derechos de las personas extranjeras siguen supeditados a los intereses económicos y políticos europeos antes que al respecto de los derechos humanos. La protección a la vida familiar sigue siendo un tema pendiente. Sin embargo, la sentencia del Tribunal de Justicia europeo, de 25 de julio de 2008, ha logrado (aunque sólo en el caso del matrimonio mixto) pronunciarse sobre el derecho de residencia de extranjeros no comunitarios casados con ciudadanos europeos y ha anulado una resolución de 2003 según la cual los cónyuges extranjeros tenían derecho a entrar y a vivir en un estado miembro sólo si antes habían residido legalmente en otro país comunitario. El caso que originó la sentencia del TJ se debió a la denuncia de cuatro personas extranjeras no comunita...